El inmortal hidalgo don Quijote de la Mancha llegaba de vez en cuando a una encrucijada, en su marcha por los campos manchegos. Entonces, siguiendo los modelos de los caballeros que tanto admiraba, dejaba las riendas sueltas y que Rocinante decidiese la ruta a seguir. ¡¡¡Hay tantos caminos posibles, tantas opciones, tantas rutas desconocidas!!! Pero a veces nos empeñamos en llevar las riendas bien firmes, que no se nos escapen, para recorrer sólo los viejos caminos conocidos. Nos asusta lo novedoso, lo que nos rodea... los arrieros y sus conversaciones rudas, trufadas de palabrotas gruesas; la gente que nos podamos cruzar, sin saber de dónde vienen o a dónde van; los pastores que cuidan sus ovejas, ajenos al trajín de nuestro paso; las mujeres que lavan su ropa y hablan de sus cosas, distraídamente, al pie del camino...Nosotros vamos a ser un poco Quijotes. Vamos a aflojar las riendas, porque cuando uno va de un sitio a otro descubre que a un lado y otro deja caminos sin explorar. ¿Quién nos dice que no serían tan maravillosos como el que estamos haciendo en ese momento? ¿Qué ventas, qué castillos, qué aventuras no nos aguardarían ahí? ¿Por qué hemos de recorrer, una y otra vez, los caminos que ya conocemos en cada recodo, en cada encina, en cada olivar?Caminos en la Campiña quiere ser una oferta, un mapa desplegado donde el caminante curioso pueda asomarse para ver lugares poco visitados, pero que existen, o que podemos crear, o que estamos creando. Son lugares de Iglesia, de una Iglesia que quiere amar la tierra en la que se asienta, que quiere experimentar miradas nuevas y que se atreve a desbrozar un poco el terreno para ir construyendo veredas que confiamos lleguen a ser caminos muy transitados.Los caminos se ofertan, no se imponen. Si quieres, entra, coge uno, construye uno, comparte uno... Son opciones desde la catequesis, la pastoral, la cercanía a la realidad periférica en la que vivimos y crecemos (y a veces morimos), la caridad... Caminos, ofertas. Elegir un camino no significa despreciar otros. Cada cual camina como sabe. Aunque siempre podemos aprender a caminar de otra manera. Otras maneras alternativas, poco conocidas aún quizá son las que os ofrece este blog. Asómate. Lo iremos haciendo.¿Qué haces ahí parado? Venga, nos ponemos en marcha. Recorre con nosotros estos Caminos en la Campiña. E invita a otros a recorrerlos.Bienvenidos.